Redoblando esfuerzos


A pesar del peligro evidente, me esfuerzo aún más. “Tenemos que ser extremadamente cuidadosos”, le digo a Lisa mientras organizamos la evidencia sobre la mesa una vez más. No hay margen para errores ahora. Ella asiente con determinación, sus ojos escudriñando los documentos como un detective que reconstruye un crimen. Cada papel, cada foto, cada cuenta aporta claridad al enredo que hemos descubierto.

Las amenazas no nos disuaden, nos confirman que estamos progresando. Cada intento de silenciarnos solo impulsa nuestro impulso. Construimos una cronología, cotejamos registros financieros y conectamos nombres con direcciones. Estamos elaborando una historia demasiado detallada como para descartarla. Cuanto más profundizamos, más obvio se vuelve: esto no es un malentendido o una traición aislada. Esta es una red calculada de engaño, y estamos a punto de destrozarla.

Advertisements
Advertisements