El camión de helados es demasiado ruidoso


Un día de verano en Nueva Jersey, una mujer llamó a la policía para denunciar una “perturbación sonora insoportable”. ¿Era música a todo volumen? ¿Una fiesta? No, era el camión de helados del barrio. Afirmó que la musiquilla era “agresiva” y “interrumpía su flujo meditativo”.

Cuando llegaron los agentes, encontraron un camión Mister Softee normal haciendo sus rondas a las 3 de la tarde. La musiquilla era exactamente como se esperaba. Informaron amablemente a la mujer de que los helados no se consideran un arma de irritación masiva. Ella no estuvo de acuerdo y preguntó si también podían prohibir las chispitas de colores.

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