La hamburguesa estaba demasiado fría


Un hombre en Oregón llamó al 911 para quejarse de su pedido de comida rápida. ¿Su emergencia? La hamburguesa que recibió estaba demasiado fría. Exigió la intervención de la policía e incluso pidió que un oficial fuera al restaurante para “resolver el problema” con el personal. Cuando la operadora intentó redirigirlo al gerente de la tienda, el hombre se enojó, insistiendo en que era un crimen contra el servicio al cliente.

Finalmente, la policía respondió, no para verificar la temperatura de la carne, sino para advertir al hombre que el uso indebido de los servicios de emergencia podría dar lugar a cargos. Al parecer, el hombre encontró la advertencia más “bien hecha” que la hamburguesa que nunca llegó a terminar.

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