¿Quién me ha despeinado?

Este pájaro es la definición misma de “no estoy de humor”. Con una expresión tan intensa que podría competir con la profesora más estricta en un mal lunes, el primer plano capta un momento hilarante de actitud aviar. Su pico bien cerrado, el ceño fruncido y los ojos feroces cuentan toda una historia, una de la que probablemente no querrías formar parte si valoras tu seguridad (o tu paz matutina).

La genialidad de esta foto reside en su momento perfecto y su humor antropomórfico. Los pájaros suelen asociarse con la elegancia y la calma, pero este rompe el estereotipo con pura malhumor. Ya sea que lo hayan molestado durante una siesta o simplemente se haya despertado en la rama equivocada, este ceño fruncido emplumado es un recordatorio de que incluso la vida silvestre tiene sus días de “no molestar”, y es oro puro de la comedia cuando se captura con la cámara.

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