Estaba llegando a su límite
Lilly estaba sentada, temblando, agarrándose el estómago mientras oleadas de dolor la invadían. Habían pasado cuatro largas horas en la sala de espera sin ninguna señal de alivio. Su rostro estaba pálido, su energía agotada y cada respiración era una lucha. Aun así, intentó ser fuerte, no queriendo causar un espectáculo.
Pero finalmente, el dolor rompió su compostura. Miró a Pradeep con ojos llorosos y susurró que no podía más. Pradeep entró en acción, rogando de nuevo a las enfermeras por atención urgente. Pero su respuesta lo destrozó: podrían ser horas más. ¿Cuánto tiempo más podría Lilly soportar este tormento?
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