Centrándose en el rompecabezas


Ahora que la maquinaria legal está en marcha, vuelvo mi atención a los detalles que todavía no encajan. Lisa y yo nos reunimos sobre nuestros documentos, escaneando hojas de cálculo y registros de transacciones en busca de cualquier cosa que pudiéramos haber pasado por alto. “Todavía falta algo”, murmuro, frustrado por la molesta sensación de que estamos ignorando un detalle clave. La respuesta parece cercana, justo más allá de nuestro alcance. Volvemos a revisar correos electrónicos, recibos y mensajes, decididos a cerrar cada brecha en nuestra comprensión.

Lisa se mantiene lúcida, detectando pequeñas inconsistencias y señalándolas para una revisión más profunda. “Estamos cerca”, me asegura, y su confianza me da fuerza. Dibujamos líneas de tiempo, conectamos personas con cuentas y comparamos patrones que antes parecían irrelevantes. Pieza a pieza, el rompecabezas comienza a formar una imagen más clara. Es un trabajo tedioso, pero con cada hora que pasa, la pieza que falta parece más cercana. Ya no solo esperamos encontrar la verdad, estamos a punto de descubrirla.

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