Tiempo para reagruparse

Conmocionados, salimos silenciosamente de la casa, moviéndonos rápida pero cuidadosamente para no llamar la atención. “Tenemos que salir de aquí antes de que alguien nos vea”, susurra Lisa, escaneando el área. Asiento con la cabeza, aún tratando de procesar todo lo que hemos encontrado. El peso de lo que ahora sabemos presiona como una fuerza física.

Una vez que estamos en el coche y en la carretera, el shock comienza a desvanecerse, reemplazado por un claro sentido de dirección. “Tenemos que seguir el rastro del dinero”, dice Lisa, su voz tranquila pero intensa. Ella tiene razón. Esto no se trata solo de pillarlo en una mentira, se trata de comprender el alcance completo de lo que ha estado ocultando. Nuestro siguiente movimiento tiene que ser preciso. Esta vez, iremos más a fondo.

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