Pequeños Actos de Bondad


El pequeño acto de bondad de la mesera le dio a Jackie algo que no se había dado cuenta de que necesitaba: la seguridad de que estaba bien. Le recordó que no necesitaba la aprobación de extraños para sentirse segura en su papel de madre y esposa.

Al final del día, lo que más importaba era cómo la miraba su esposo, con amor, con orgullo, con comprensión. No importaba qué juicio viniera del mundo exterior, ella sabía que lo enfrentarían juntos. Su vínculo era más fuerte que nunca, arraigado en la bondad y una fuerza tranquila.

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