Una Noche para Relajarse


Jackie había estado esperando esta noche durante semanas: una cena fuera, algo raro, sin el desorden habitual de la casa. Se suponía que sería pacífico, pero ahora todas las miradas estaban puestas en ellos. Se sentía avergonzada, confundida y enojada a la vez.

Los niños se habían portado bien y estaban siendo recompensados por ello. La camarera había estado atenta, asegurándose de que sus pedidos fueran perfectos. Sin embargo, en el momento en que Jackie vio ese papelito secreto, todo el tono de la noche cambió a algo inquietante y difícil de ignorar.

Advertisements
Advertisements