Un giro inesperado


Justo cuando Tom estaba leyendo la nota, Jackie regresó a la mesa y lo encontró en el acto. Sus instintos se activaron y le exigió saber qué decía el mensaje. No pudo evitar sentir que algo andaba mal. ¿Por qué una camarera le pasaría una nota durante su comida?

La mujer había parecido amable, de mediana edad y educada cuando los saludó. Aun así, algo en sus acciones no le cuadraba. El hijo menor de Jackie comenzó a moverse, y en medio de las distracciones, la tensión llenó el ambiente. Todos los que estaban cerca notaron que algo extraño estaba sucediendo.

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