Llegada silenciosa
Loretta empacó unas cuantas maletas y se mudó a casa de Cathy con la excusa de querer pasar más tiempo de calidad con ella. “Estaré aquí toda la semana, mamá. Disfrutemos de nuestra compañía”, dijo con una cálida sonrisa. Cathy recibió bien la idea y no pareció sospechar de la estancia prolongada, feliz de tener compañía extra en casa.
Sin embargo, entre bastidores, Loretta tenía una misión. Discretamente guardaba un cuaderno donde registraba cada detalle de sus observaciones. Desde las horas de llegada de Nicole hasta su tono de voz, Loretta se aseguró de que nada se le escapara. Esto no era solo una visita, era un esfuerzo encubierto para proteger a Cathy y descubrir la verdad.
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