Tiddy Bear

Este producto, desafortunadamente llamado, era un cojín con forma de osito de peluche que se enganchaba al cinturón de seguridad para evitar que se clavara en el pecho. El infomercial insistía en que hacía los viajes largos más cómodos e incluso lo demostraba sobre el escote para un mayor impacto de ventas.

Si bien el argumento de la comodidad teníaalgode sentido, el nombre por sí solo lo condenó a la burla eterna. “Tiddy Bear” suena a parodia, sin embargo, era real, suave y algo incómodo. Y sí, muchos conductores reportaron más vergüenza que alivio.

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