Olor Corporal

Imágenes como esta te recuerdan lo desafiante que puede ser la profesión de luchador. El dulce sabor de la victoria puede ser tentador, pero viene acompañado del aspecto menos agradable de sentir el olor del oponente en tu propio pelo, una experiencia que no es para todos. Esta mezcla de triunfo y proximidad física es una combinación extraña que hace que muchos ajenos se pregunten por qué alguien elegiría este camino.

Uno podría preguntarse si no sería más agradable llevar flores en el pelo, que huelan a prados frescos, en lugar de los olores intensos de una pelea empapada en sudor. En este contexto, la idea de champús especialmente diseñados para luchadores podría tener mucho sentido, para eliminar eficazmente los rastros “fragantes” de tales enfrentamientos. Quizás incluso sería una innovación encantadora si los luchadores pudieran dejar atrás por completo el olor a pelea y celebrar la victoria con un aroma refrescante, como lavanda, una oda a la pureza y la relajación después del duro enfrentamiento en el ring.

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