Punto de Inflexión


Cuando su hija cumplió un año, decidió que era hora de hacer algo por sí misma. El trabajo de su marido en el ejército significaba que él estaba ausente con frecuencia, y ella aprovechó ese tiempo para centrarse en mejorar su propia vida. Empezó a hacer cambios pequeños pero significativos.

Su transformación no ocurrió de la noche a la mañana. Durante el transcurso de cinco años, trabajó constantemente en su forma física, salud y mentalidad. Su confianza comenzó a crecer, y finalmente, toda su apariencia cambió. Para cuando terminó, casi nadie podía reconocer a la mujer que solía ser.

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