Dos años después
Fotos tomadas dos años después revelaron una transformación casi impactante. Con el pelo teñido, un nuevo peinado, un rostro más delgado y un cuerpo más fuerte, parecía un hombre completamente diferente. Pero sí, de hecho, era la misma persona, no un gemelo ni un pariente lejano.
Aun así, las apariencias no lo eran todo. La gente que una vez siguió su historia comenzó a preguntarse: ¿qué había pasado con su relación? ¿Podría su amor soportar no solo el juicio público, sino también la presión de la reinvención personal?
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