Sospechamos que este devoto chico no podría haber pedido un mejor letrero de bienvenida. Estos dos tortolitos se ven tan felices que nos sorprendería si él siquiera notara el letrero.
Mientras se abrazan fuertemente, el mundo a su alrededor se desvanece. Nos alegramos de que haya llegado a casa sano y salvo y de que su novia lo estuviera esperando. Una dulce bienvenida a casa, y estamos felices de haber estado allí, aunque solo sea virtualmente.