19. La pistola dispensadora de pasta de dientes
En un intento de hacer que cepillarse los dientes fuera más emocionante, un inventor de los años 50 lanzó una «pistola de pasta de dientes» que disparaba pasta de menta directamente sobre el cepillo con solo apretar un gatillo. Genial en teoría. ¿En realidad? Un caos de menta.
La presión a menudo era demasiado fuerte, haciendo que la pasta de dientes saliera volando por los baños, contra los espejos y, a veces, a los ojos. A los niños les encantaba. Los padres lo odiaban. Los dentistas estaban confundidos. El dispositivo finalmente cayó en el olvido, pero no antes de hacer que la higiene bucal pareciera un partido de paintball.
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