La nota

A la mañana siguiente, Elara se despertó con una profunda sensación de desasosiego. Junto a su cama, había una pequeña nota cuidadosamente doblada. Sus manos temblaron al abrirla.

“Elara, me he enamorado de Liora. Lo siento, pero necesito estar con ella. Tenemos que terminar con esto.”
Estaba firmada simplemente: “Caden.”

Sintió una oleada de entumecimiento que la invadió. Esas no eran las palabras del esposo que conocía; pertenecían a alguien completamente diferente.

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