Pensamientos Profundos en Momentos de Calma


A pesar de hacer todo lo posible por mantener la rutina —cocinar juntos, dar paseos, compartir historias por la noche—, los pensamientos del padre no dejaban de divagar. La audaz declaración de su hijo y la ausencia de la marca de nacimiento se repetían una y otra vez en su mente.

Cada noche, mucho después de que el resto de la casa se hubiera dormido, permanecía despierto. Escuchando los suaves arrullos del recién nacido, buscaba una pista, una grieta en la ilusión. Por mucho que intentara distraerse, la incomodidad no hacía más que crecer.

Advertisements
Advertisements