Pistas en los Detalles
El padre comenzó a notar diferencias sutiles pero preocupantes en la recién nacida. Sus ojos no coincidían del todo con lo que había esperado, y su cabello tenía un tono que ninguno de ellos compartía. Incluso el tono de sus llantos era extraño, más grave, casi desconocido.
Aunque al principio no dijo nada, el miedo se fue apoderando de él con cada nueva observación. Eran cosas pequeñas, sí, pero juntas crearon una disonancia que no pudo ignorar. Cuanto más observaba, más fuerte se hacía su sospecha de que algo andaba terriblemente mal.
Advertisements
Advertisements