Reconocible pero diferente
Mientras Julián conducía por la ciudad, le sorprendió cuánto había cambiado. Nuevos edificios habían reemplazado viejas tiendas, pero algunos puntos de referencia familiares aún se mantenían, ofreciendo una sensación de consuelo en medio de la transformación. La ciudad se sentía diferente, sin embargo, había ecos del pasado que permanecían, anclándolo en su historia.
Cuando llegó a la escuela secundaria, vio que había sido recién pintada, pero aún conservaba los mismos recuerdos. “Algunas cosas nunca cambian”, murmuró Julián, mientras una ola de nostalgia lo invadía. Estacionó su coche y respiró hondo, preparándose para enfrentar el pasado que una vez había sido todo su mundo.
Advertisements
Advertisements