
El camarón es el marisco favorito de Estados Unidos, con un consumo promedio de alrededor de 4.6 libras por persona al año. EE. UU. importa aproximadamente el 65% de sus camarones para satisfacer la demanda, la mayoría de granjas en el extranjero. Pero aquí está la parte preocupante: se ha descubierto que algunas de estas importaciones están contaminadas con químicos prohibidos, bacterias dañinas e incluso cucarachas.
A pesar de las inspecciones, no todos los envíos son revisados a fondo, lo que permite que productos riesgosos pasen desapercibidos. Aunque los camarones pueden ser deliciosos y versátiles, las variedades importadas pueden tener un lado oculto de serias preocupaciones para la salud. Es un alimento básico del mar que merece una mirada más cercana.