La realidad de la vida del empleado
Es un hecho que trabajar en un crucero es un empleo arduo y extenuante. No hay mucho tiempo para aprovechar ninguna de las “ventajas” que conlleva estar en unas “vacaciones permanentes” o estar en un barco.
En cambio, hay turnos largos, meses en el mar sin la familia y comidas insípidas, además de un espacio vital limitado.
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