Adaptación


Estar en un aeropuerto exige una constante adaptación. Esto implica una serie de cambios necesarios: acostumbrarse a las normas y procedimientos existentes, lidiar con retrasos inesperados, adaptarse a los cambios horarios e incluso encontrar maneras de acomodarse más o menos durante las largas escalas.

Las condiciones en el aeropuerto son impredecibles: a veces un calor sofocante, a veces un frío glacial; los viajeros deben estar preparados para todo. Pase lo que pase, se necesita flexibilidad para responder a las muchas situaciones extrañas e impredecibles que pueden surgir en este entorno dinámico.

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