Sentada sobre el trasero

Lo notara o no, la almohada cervical que esta mujer llevaba por el aeropuerto se parecía asombrosamente a un trasero desnudo. No es de extrañar que muchos transeúntes la miraran dos veces al pasar, con los ojos muy abiertos por la sorpresa.

Quizás debería llevarla de otra manera la próxima vez para evitar todas las miradas curiosas. O tal vez era plenamente consciente del efecto cómico, y simplemente quería sacar una sonrisa a sus compañeros de viaje.

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