
China es una potencia en la industria mundial del té, produciendo cantidades masivas cada año. Sin embargo, asumir que todos los tés chinos son seguros puede ser un error peligroso. Investigaciones han revelado que algunos tés son tratados con hasta 30 químicos tóxicos, incluyendo pesticidas prohibidos.
Estos contaminantes plantean serios riesgos para la salud, especialmente con un consumo frecuente. Aunque muchos de estos productos cuestionables están restringidos en los mercados internacionales, algunos aún se cuelan. Esto es un recordatorio para los amantes del té de mantenerse vigilantes, conocer su origen y optar por marcas confiables y transparentes siempre que sea posible.