Aaron Paul
Aaron Paul siempre ha mantenido un estilo pulcro y minimalista con su cabello, a menudo optando por un corte rapado que enfatiza su atractivo rústico. En las raras ocasiones en que deja crecer su cabello un poco, puede desconcertar a los fans: simplemente no se ve del todo bien. El estilo más largo suaviza su apariencia y aleja la vibra de la energía vanguardista y rebelde que el público asocia con él, especialmente aquellos que recuerdan sus inicios como Jesse Pinkman.
Afortunadamente, Paul sabe lo que funciona. Constantemente regresa a ese corte característico que definió su personaje de Breaking Bad y que continúa adaptándose perfectamente a sus rasgos. El look rapado le da una intensidad que funciona bien ante la cámara, realzando tanto los papeles dramáticos como los llenos de acción. Es un recordatorio de que a veces, menos es más: su peinado de bajo mantenimiento y alto impacto no solo dio forma a un personaje icónico, sino que también ayudó a consolidar la propia identidad de Paul como un actor con garra y estilo.