¡Esa sonrisa, sin embargo!

En el momento en que Luna, una cachorra golden retriever con una sonrisa que derretía la nieve, cruzó el umbral, cada regla de la casa meticulosamente elaborada se evaporó. La visión de la dueña de un hogar moderno e impecable —con un sofá escandinavo etiquetado como “Zona Prohibida para Mascotas”, una cama con dosel declarada “Área de Vuelo Restringido” y rincones de ventana rociados con cítricos— se derrumbó cuando descubrió a Luna acurrucada en el sofá prohibido. Bañada por la luz de la lámpara, su cola emplumada empolvaba los cojines mientras sus ojos ámbar brillaban con destellos de galaxia, haciendo que la resistencia fuera inútil.
Ese fue ciertamente el caso con esta adorable cachorra, de todos modos. No se suponía que Luna pudiera subirse al sofá, pero ¿quién podría discutir con esa sonrisa? ¡Ella sabe exactamente lo que está haciendo!
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