La espada que encontró su horma en seguridad

Los puntos de control de seguridad son lugares de rutina: vaciar los bolsillos, quitarse el cinturón y, ocasionalmente… ¿entregar tu armamento medieval? Ese fue claramente el caso en el Aeropuerto Internacional de Newcastle, donde una espada ornamentada encontró su lugar de descanso final: el fondo de un cubo gris debajo del mostrador de seguridad. La empuñadura decorativa y la hoja reluciente, ahora metidas entre una botella de spray de limpieza y algunos artículos desechados, crean una escena surrealista que se siente más como un RPG de fantasía que como un procedimiento aeroportuario estándar.

No está claro si el posible viajero esperaba abrirse paso a duelos por la aduana o simplemente olvidó que llevar una espada en un avión podría levantar algunas cejas. De todos modos, lo absurdo de que se confisque un objeto así resalta lo impredecible que puede ser la seguridad aeroportuaria. Entre laptops y líquidos, la vista de una espada ancha de tamaño completo es un recordatorio humorístico de que algunas decisiones de equipaje es mejor dejarlas en el ámbito de la imaginación, y quizás la próxima vez, simplemente facturarla con el equipaje.

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