Evidencia Asegurada… Más o Menos
Este agente canino puede estar en servicio oficial, pero incluso los agentes más disciplinados tienen una debilidad, y para este, son las pelotas de tenis. Ataviado con un chaleco que dice audazmente “DO NOT PET” (NO ACARICIAR), el perro sostiene con orgullo una pelota amarilla neón en su boca, como si acabara de completar la detención del año. Según los presentes, la pelota fue “confiscada” de la bolsa de alguien, y el perro no tenía intención de devolver el contrabando.
Si bien los aeropuertos suelen estar llenos de estrés y controles de seguridad, este momento ofrece un giro alegre. Es probable que los viajeros hayan pausado sus rutinas para reírse al ver a un perro de seguridad serio convertido en un cachorro juguetón. Incluso con todas las señales que nos dicen que mantengamos nuestras manos alejadas, es difícil no sentirse encantado por un profesional que sigue siendo un perro de corazón.